martes, 31 de mayo de 2011

El derecho al BIENESTAR



                                                         

. "A UN HOMBRE SE LE PUEDE QUITAR TODO EXCEPTO UNA COSA, LA ÚLTIMA DE SUS LIBERTADES: ELEGIR SU ACTITUD FRENTE A CUALQUIER CIRCUNSTANCIA; ELEGIR SU CAMINO"

                                                                                                                              Victor Frankl

Para cuando se pierde la fe en que ¡ SE PUEDE ! , ¡ SE PUEDE !.

La crisis económica por la que está pasando España, y con ella muchos habitantes de nuestro país, están sufriendo efectos en las personas que pueden llevar desde estados conocidos coloquialmente como “depresivos” (la depre o estados de ánimo bajo), o episodios aislados de ansiedad, hasta estados depresivos mayores, distimia, trastorno generalizado de ansiedad, trastornos somáticos, entre otros problemas clínicos que aparecen en la consulta del psicólogo. Vemos como nuestros pacientes presentan dificultades para evitar que aparezcan antiguas creencias negativas (que puedieron erradicar pero ahora les reaparecen), les cuesta mantener las creencias positivas, han de luchar día a día por mantenerse fuertes emocionalmente, mientras su sentimiento de valía y su autoestima están seriamente dañadas.

Para todos vosotros, que en un momento u otro del día (a veces por las mañanas si os cuesta levantaros, otras por las tardes cuando parece que se os complica todo un poco más y el día se os está haciendo muy largo, o por las noches con insomnio), es este poema.
Lo comparto contigo, con cada uno de vosotros a modo de una herramienta más, útil  (en ese momento, como recurso para el mismo) para sentir de nuevo ganas en vuestro cuerpo de continuar, y ánimo para hacerlo.
 Este poema es de un AUTOR ANÓNIMO y aparece publicado en “Toma un café contigo mismo” de Walter Dresel . Son unas palabras de ayuda externa de una persona con la que tengamos un vínculo de apego seguro, aunque  también nos pueden servir para recordar ese apoyo (aunque no nos lo esté dedicando nadie),  que seguramente tendremos en algún ser relevante para nosotros, que sin embargo olvidamos que está, en esta situación de crisis personal. También puede servirte para “revitalizarte” si te lo dices a ti mismo a modo de ¡Levántate! (¡venga, me voy a levantar!), como pensamiento positivo y que a su vez te puede incitar a un cambio de tus expectativas, de que puedes hacerlo, para así pasar posteriormente a hacerlo :


¡ SE PUEDE !

Si me ves cansado… fuera del sendero,
ya casi sin fuerzas para hacer camino;
si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo.
Ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.

Muéveme el alma,
vuélveme el impulso
llévame a mí mismo.

Yo sabré encender mi lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento frío,
volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
desde el primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
sin ver más espacios que el de los abismos,
trae a mi memoria que también hay puentes,
que también hay alas, que aún no hemos visto.

Que vamos armados de fe y de bravura,
que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena,
que todo nos guía hacia nuestro sitio,
que en un primer paso, y en un nuevo empeño,
nos lleva a la forma de no ser vencidos.

Que el árbol se dobla,
se agita, estremece, deshoja y retoña,
pero queda erguido.
Que el único trecho que queda adelante,
es aquel que cubre nuestro pie extendido.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
solitario y triste, quebrado y herido,
siéntate a mi lado, tómame las manos,
entra por mis ojos hasta mi escondrijo…
y dime… ¡se puede! e insiste, ¡se puede!
hasta que yo entienda que puedo lo mismo.

Que tu voz despierte, desde tu certeza,
al que de cansancio se quedó dormido.
Y tal vez, si quieres, préstame tus brazos,
para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo
cuando hombro con hombro vamos,
con el mismo brío.

Si me ves cansado, fuera del sendero,
lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá están marcadas,
un paso tras otro por dónde has venido.

Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo inicio,
que abrirá otro rumbo porque…
¡Sí, he creído!... que siempre se puede…
se puede…



He de reseñar que es un poema que, como es obvio, no sólo puede servirnos en una situación de crisis personal generada por una crisis económica, sino para ante cualquier situación personal dónde, como digo en el título de esta entrada, la persona puede llegar a perder por momentos la creencia de que PUEDE SEGUIR ADELANTE LUCHANDO.


Y finalmente, cuando la persona ha llegado a vivenciar en ese momento, después de su tiempo necesario para alcanzar este estado, y llegar a un momento de  su proceso en el que puede volver a sentir que sí puede y a creerlo así de nuevo en ese instante, escuchar esta canción vigorizante y activadora (pulsando el enlace), puede darle/darte más fuerza aún para el siguiente paso: ir al acto.
Nota: Lo importante de esta canción es lo que te hace sentir, cómo puede llevarte a ponerte los pelos de punta (y así a transmitirte ánimos y ganas de ... de ir, de hacer... de ponerte a hacer), las sensaciones vigorizantes que puede producirte y cómo usar éstas en tu propio beneficio (por ello, para que no te pierdas en el contenido de su letra,  he elegido esta versión dónde no aparece la misma, pues así será una auténtica experimentación en este sentido).



                                                            Nessun Dorma,  de Pavarotti.
                     

Espero que ambos recursos externos, te hayan permitido encontrar en ti mismo tus creencias positivas, y sentir cierta mejora de ánimo para identificar tus propios recursos (además de los dos anteriores) que te permitan en ese punto de tu camino,  seguir haciendo frente o empezar a hacerlo,  en ese aquí y ahora para ti , a tu situación de crisis personal.




                                                           

lunes, 30 de mayo de 2011

EL DESARROLLO ADOLESCENTE



  Hace ya un tiempo creamos un apartado de Infancia – Adolescencia en nuestro blog. Y hoy queremos presentaros las palabras de introducción (en cursiva) de Mark McConville  en su libro “Adolescencia: El self emergente y la psicoterapia” (con las que seguramente muchos padres, educadores y psicoterapeutas gestálticos y no gestálticos, de adolescentes, os podéis sentir identificados), a modo de presentación de una serie de artículos que iremos redactando y compartiendo con todos vosotros sobre la adolescencia y nuestros adolescentes.
(El subrayado, los cambios de tipo de letra y color y las anotaciones de los paréntesis, son nuestros, para resaltar aspectos relevantes de sus palabras).



   “En la adolescencia las formas de relación interpersonal sufren un cambio dramático. Las amistades cobran una investidura más personal e intensa de modo que los pares dejan de ser compañeros de juego y adquieren una mayor relevancia íntima. Las amistades, los romances y las rivalidades juegan un importante papel moldeando y definiendo la experiencia del self del adolescente y su sentido de dignidad, atractivo, viabilidad, aceptabilidad, etc.


  

                                             

  
  “Las relaciones con los padres cambian, muchas veces de una manera dramática, y estos cambios son ciertamente instrumentales para la REDEFINICIÓN DE LA POSTURA EXISTENCIAL DEL ADOLESCENTE ANTE EL MUNDO, ANTE EL PASADO Y ANTE EL FUTURO (siendo esto sorprendente para muchos padres, impactante el cambio que “derrepente” han de asumir en su hijo/a , en su relación con él y cómo afecta esto a la familia, y el gran esfuerzo de adaptación que les requiere, en muchas ocasiones necesitado de una ayuda terapéutica ante el desbordamiento de estos padres). Estas relaciones pueden volverse más distantes, más sujetas al desafío, y más caracterizadas por el conflicto y el desapego. Pueden surgir temas completamente nuevos como el RECHAZO, LA REBELDÍA, EL ABANDONO, LA LUCHA POR LA EMANCIPACIÓN. Pero, en la misma base, puede surgir también una nueva capacidad para la cercanía y la vinculación, un interés intensificado en el otro precisamente como Otro.A la larga los adolescentes, a pesar de que a veces lo nieguen insistentemente, se preocupan mucho más desesperadamente que un niño por lo que opinan de ellos sus padres, y de que sus padres acepten sus nuevos cambios” (Esto es algo que nosotros también hemos comprobado frecuentemente en la práctica clínica en el trabajo psicoterapéutico con los adolescentes y con sus padres, incluso de los padres que piensan que “a sus hijos les da todo igual y que no les importa lo que sus padres piensan de ellos).


      
                 

   Sin embargo, aunque “todo parece caótico” y algunos padres llegan a sentir que “todo parece perdido” en las relaciones con sus hijos adolescentes, si durante el proceso de cambio y evolución que supone el camino de la adolescencia, se les proporciona a los adolescentes un MARCO ADECUADO PARA EL DESARROLLO DEL ADOLESCENTE,  un espacio adecuado para la comunicación, la escucha afectiva, si no basamos nuestra relación en una relación exclusivamente “normativa” (basada única y exclusivamente en normas, normas y más normas, olvidándonos del afecto en nuestra relación con él, y no dejando paso a un “no has hecho, no has hecho y sólo no has hecho”), observaremos un cambio en nuestra relación con nuestro/s hijo/s adolescente/s ( RECOMENDACIONES A LOS PADRES, profesores, y otra figuras de autoridad que sean figuras de referencia para el adolescente):

--Si mostramos una disposición constante al diálogo de las normas (explicadas y entendidas, aunque no sean compartidas, pero sí respetadas y en ocasiones importantes consensuadas y negociadas con el adolescente, si es posible).

--Si estamos dispuestos a ser y sentirnos cuestionados en nuestra autoridad sin por ello dejarla de lado, porque nuestros adolescentes aunque renieguen de ella una y otra vez, la necesitan para: 1)sentirse seguros y protegidos, y 2)para poder tener una fuente contra la que rebelarse y pelearse (pues necesitan ambos aspectos).

--Si resistimos (la dificultad reside en comprender estas dos necesidades contrapuestas y aprender a estar cuando se presentan situaciones conflictivas, a la vez que educativas), llegamos a aceptarlo y aprendemos a sobrellevar el sufrimiento que la “lucha constante” con ellos nos puede producir (recurriendo a la ayuda de un especialista si fuera necesario un apoyo para un cambio a una relación más sana con nuestro/a hijo/a adolescente o ante situaciones o problemáticas que lo requieran), entonces veremos cómo llegaremos a esta evolución positiva en nuestra relación con ellos, los adolescentes.



   Las actitudes, comportamientos y formas de dirigirse/acercarse a los adolescentes, se hacen necesarias, para acompañar en esa evolución que si irá dando a lo largo del proceso de cambio adolescente (desde la pubertad, a la adolescencia tardía previa al inicio de la madurez) y también, para cuidar la relación y el vínculo emocional con nuestro/s hijo/s (de modo que no nos separemos más de él/ella con nuestra rigidez, empatía o falta de conocimiento de este período). Os dejo con las palabras de Mark McConville, con una reflexión sobre el  desarrollo durante este período evolutivo :

  “En general las relaciones entre los adolescentes  y sus padres sufren una transformación gradual y tenderán a volverse más negociadas, y no sólo conferidas por las expectativas de los padres y las tradiciones familiares. (sino dejando lugar al propio criterio del adolescente que poco a poco se va desarrollando con su identidad). Generalmente somos testigos de una transformación de las relaciones no cuestionadas y jerárquicamente organizadas de la preadolescencia, de tal modo que años después, quizás entre los diecisiete y los veinticinco años, hallamos una mayor aproximación a la igualdad, con una capacidad de relación entre personas cómodamente separadas cuyos puntos de vista, ambiciones e intereses presentan (al menos potencialmente) una oportunidad para la formación de relaciones más interesantes y mutuamente provechosas”.

martes, 24 de mayo de 2011

PREVENCIÓN DE ADICCIONES EN LA INFANCIA-ADOLESCENCIA


FACTORES DE PROTECCIÓN ANTE EL DESARROLLO DE ADICCIONES EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA


No existe un antídoto mágico que nos asegure que un niño no caiga en adicciones. No hay recetas infalibles. Sin embargo como adultos, padres, educadores o agentes sociales, hay funciones y roles que no podemos ni debemos dejar de asumir de forma responsable, ya que las adicciones “tapan vacíos” y es nuestra misión educativa evitar que los creen sintiendo indiferencia y desprotección.

Si actuamos con acciones preventivas a nivel de la persona, hay ciertas acciones y actitudes de los adultos que tendrán un impacto positivo en nuestros chicos y chicas que evitarán que se generen factores de riesgo (que pueden favorecer su predisposición anote los problemas que todo niño/adolescente habrá de enfrentarse en su desarrollo evolutivo normal, o ante las circunstancias específicas de dificultades que pueden presentársele a alguno de nuestros menores).

Veamos cuáles son estas actitudes y comportamientos que facilitan la aparición de factores de protección ante conductas de riesgo y posibles adicciones (y recordemos que actualmente también se catalogan como tal las referentes a las conductas adictivas hacia las nuevas tecnologías), y desarrollando así una tarea preventiva cuando desde el inicio de la infancia de nuestros menores, de acuerdo a su desarrollo evolutivo, progresivamente (no derepente, de golpe, una vez llegada la adolescencia). Si nos esperamos a la adolescencia para actuar, en este momento gran parte de la tarea educativa preventiva ha de estar realizada ya, pues en esta etapa si no se ha llegado al menor, las dificultades en la relación y comunicación con él aumentarán y esto es algo perjudicial; cuánto más tarde nos iniciemos en integrar este tipo de conductas y actitudes “más tarde estaremos llegando al niño/adolescente” y  más nos costará “llegarle emocionalmente”.
En la adolescencia el diálogo ha de estar basado en un diálogo emocional, no tanto basado en lo normativo sin más, y para ello esta forma de conducirse en la relación con el chico/la chica adolescente es un logro basado en el trabajo de muchos años, los anteriores (no se puede hacer un trabajo de años en unos meses):

  • Realizamos acciones integrales con la familia y el/la chico/a que promueven el desarrollo de todas las potencialidades de los menores (ejemplificando los adultos responsables de éstos, con su conducta).

  • Tenemos una actitud de escucha abierta al diálogo (esto es diferente a someter al menor a un “interrogatorio”). Es importante que conozcamos a nuestros hijos/alumnos… : ¿qué cosas les gustan?, ¿qué les divierte?, ¿qué les enfada?. Y les ayudamos en aquellos puntos en los que muestran dificultades. Actuando de modo no invasivo, sino con sincero interés por sus actividades, sentimientos … por él/ella en definitiva. Y buscando momentos propicios para ellos (evitar el provocar que el menor se sienta “obligado” a hablar, sino el facilitar que desee hacerlo como modo de compartir con sus adultos relevantes).

  • Les enseñamos a decir NO: los niños deben aprender que el juicio propio es el más importante y que no tienen por qué dar a sus amigos explicaciones o excusas para justificar sus decisiones. Hay familias en las que les cuesta decir NO, es importante trabajarse este aspecto, sino el chico de más mayor tendrá dificultades especialmente al ser muy influenciable por el grupo de iguales (más allá de lo normal dentro de la etapa de la adolescencia) como forma de integración (aumentando así el riesgo de imitación de conductas no saludables).


  • Fomentamos la independencia: el camino hacia la autoestima es un proceso constante. Desde el comienzo los niños deben asumir responsabilidades acordes con su edad.

  • Potenciamos su autoestima: es muy importante evitar las comparaciones y las ridiculizaciones, pues crean significaciones personales que posteriormente influyen a lo largo de la vida.
      A este respecto podemos leer artículos anteriores sobre cómo potenciar la autoestima de nuestros hijos. Señalar que es importante que los adultos vivan los errores como una posibilidad nueva de aprender, no como fracasos.

  • Inculcamos el valor de las reglas y de los límites. Si se los ponemos a ellos de forma sana y los mantenemos, les estaremos enseñando que nos respetamos los unos a los otros, y que somos firmes en lo que sí está permitido y qué no (además de cuáles son las consecuencias de sus actos, en sentido positivo de privilegios por respetarlo, empezando por el elogio, y de pérdidas en caso de saltárselos/saltárnoslos).
Las reglas sirven de referencia sobre qué comportamientos o actitudes esperamos del otro. Límites claros y normas responsables. Cuando hay una transgresión, es necesario que haya una “llamada de atención” (o una consecuencia de pérdida de una ventaja, o de darle una sanción educativa, a modo de consecuencia, no de castigo o de “revancha”: el modo en cómo se le transmite también es importante, pues no lo recibirá igual como la consecuencia que conoce que si se le imparte o impone como un castigo y se le dice de forma “verbalmente agresiva o con ira”) que sirva de freno. Ya que si no se respetan las reglas, y no pasa nada (si los padres, profesores, agentes educativos, la sociedad) no aplican una consecuencia ( o esta es “levantada” finalmente por dificultades de firmeza del adulto o de mantener los límites que se le había informado de su existencia al menor), los niños se acostumbran a “probar, total a nadie le importa” y “total, puedo hacer lo que quiera porque nunca me pasa nada de lo que me dicen que me va a pasar”.

  • Les acompañamos en sus estudios y estamos atentos a sus ratos de ocio: no esperamos a que exista un fracaso escolar para actuar ayudándoles nosotros (u otras personas), para actuar o pedir ayuda. Tener conocimiento de quiénes comparten sus actividades en gimnasios, equipos deportivos, juegos en el barrio, con quiénes mantienen contactos por chat, etc. Conocemos qué les ha pasado durante estos ratos, y compartimos con ellos lo bueno del día y lo que les haya podido afectar (para facilitar su expresión, muy importante respecto al siguiente punto) y para que sientan nuestro verdadero apoyo en la resolución de problemas (no como “policias” que quieren realizarles una “inspección”, sino como adultos que los queremos y que disfrutamos haciéndoles saber a nuestros hijos, o menores, que nos ocupamos de ellos, más allá de sólo preocuparnos).
No es nada sano ni recomendable dejar a nuestro hijo delante de la tele o del ordenador, o con la psp… durante largos ratos, a modo de descanso de los adultos. Sino que  es aconsejable limitar los tiempos de uso de estas tecnologías (y se pueden usar como premios, la duración de su uso, ante conductas que el niño tiene dificultad de realizar, y que queremos reforzar). Y si además, participamos en alguna de sus actividades de ocio, cuando no interferamos en sus relaciones sociales con sus iguales, estaremos reforzando el sentimiento de valía y apreciación que siente nuestro hijo/menor sentimos hacia él (queriendo compartir su tiempo libre con él).

  • Enseñamos a manejar las emociones: aspiramos al autocontrol (frente a un estilo  impulsivo de comportamiento), que mediante la represión de éstas, sino buscando alternativas positivas para expresar las cosas o acontecimientos que nos molestan, nos duelen … Partiendo primero de un reconocimiento de las emociones y de la posibilidad de su expresión (como algo saludable, y como un valor de la persona a potenciar).
      Así habremos ido potenciando cualidades como la paciencia, la tolerancia a la frustración (necesaria en la vida, pues continuamente se presentan pequeñas cosas a diario, que si el adolescente no ha aprendido a tolerar, le desbordarán; totalmente diferente a la actitud de resignación, pero sí con un elemento de aceptación de “pequeñas cosas de la vida diaria”), una conducta reflexiva, una capacidad de afrontamiento de los problemas (y de recursos para la búsqueda de su solución) frente a una actitud evitativa o de huida de éstos, entre otras actitudes y capacidades necesarias para hacer frente a decisiones importantes (todas ellas factores de personalidad que actúan como  protección ante las adicciones).


Todos estos aspectos son actitudes y comportamientos que protegen a los menores de un abuso y de una posterior adicción. Y que les enseña a poner unos límites al uso de cualquier acción y adicción que pueda perjudicar su salud, ya que en su propio entorno se le está facilitando el aprendizaje de unos comportamientos, valores y actitudes favorecedoras del autocuidado personal, físico, social, psicológico y de su salud en general. Por ello, es importante que si los padres o educadores, detectan que tienen una elevada dificultad en mostrar este tipo de acciones preventivas, puedan informarse y formarse, en beneficio de ellos mismos, y de la salud bio-psico-social de los menores que están a su cuidado.


 
             

lunes, 23 de mayo de 2011

PROGRAMACIÓN TALLERES CURSO 2011-2012




 CENTRO PSICOLOGÍA GESTALT  
 Mar García Bernabeu
 Psicóloga-Psicoterapeuta
 
                                                                  

Os ofrecemos un Avance de los Talleres, Cursos y Charlas que vamos a llevar a cabo el próximo Curso Escolar 2011-2012 a partir de Septiembre.


■ CHARLAS  MENSUALES  EN  NUESTRO  CENTRO (si hay suficiente aforo de personas). A partir de Octubre de 2011.

Primer lunes de cada mes, sobre diferentes problemáticas.

Consultar día y temática del mismo. Imprescindible inscripción previa.

Horario: 15,30-16,30 horas.



■ CHARLAS EN CENTROS DE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA (De entrada libre) en Elche (incluido pedanías), y  en  Santa Pola, .

Si quieres que se realice una charla en tu colegio, dínoslo, y nos pondremos en contacto con ellos para ofertársela.

Charla “Desarrollando la autoestima de tu hijo”. Horario: 15,30 a 16,30h.




■ TALLER INTENSIVO: “ DESARROLLANDO LA AUTOESTIMA DE TU HIJO”.

22 DE OCTUBRE 2011 (sábado)
Horario:   Mañana de 10,30-13,30   y     Tarde de  16,00 a 19,30h.




■ CURSO DE AUTOESTIMA PARA ADULTOS.

Seis  sesiones de hora y media, los martes , desde el 18 de OCTUBRE  AL 29 de NOVIEMBRE DE 2011 ( 18 Y 23 de Octubre, 8,15, 22 y 29 de Noviembre)

Posibles horarios (a elegir entre uno de ellos):

Martes de 10 a 11,30 h,
Martes de 18,30 horas a 20,00h ó
Martes de 20 a 21,30h.





■ TALLER:  APRENDE A IDENTIFICAR TUS EMOCIONES Y A EXPRESARLAS DE MANERA SANA.

Seis sesiones de hora y media, a partir de la segunda quincena de Enero de 2012, los martes, con tres posibles horarios a elegir:

Martes de 10 a 11,30 h,
Martes de 18,30 horas a 20,00h ó
Martes de 20 a 21,30h.





Así mismo, queremos organizar un GRUPO DE MUJERES DE OCTUBRE DE 2011 A JUNIO DE 2012, que iniciaremos en caso de que haya un número de participantes mínimo, dispuesto a comprometerse para realizar un TALLER MENSUAL DE CRECIMIENTO Y APOYO PERSONAL, que trabajará como TERAPIA GRUPAL (en horario de sábado por la mañana de 10 a 14 horas).   

Si estás interesada en formar parte del mismo puedes ponerte en contacto Centro de Psicología Gestalt para darnos a conocer tu interés, y te informaremos de los Temas a tratar en cada uno de los 9 talleres que se llevarían a cabo.   

Información sobre los TALLLERES DE AUTOESTIMA: VERANO 2011


TALLER    DE   AUTOESTIMA   PARA  ADULTOS

Desde Centro de Psicología Gestalt no queremos dejar pasar la oportunidad de aprovechar el verano para que aquellas personas interesadas en iniciar un trabajo de autoconocimiento y desarrollo personal, puedan hacerlo. E igualmente, para  quiénes ya se hayan iniciado en este proceso, y deseen continuarlo estos meses. 

Consistirá en un Taller Intensivo de Fin de Semana de 9 horas.
En un espacio de acogimiento, y apoyo, los integrantes de cada uno de los grupos, podrán trabajar su autoestima. Siempre apostando por  un ambiente de pequeño grupo, para darle a todos sus integrantes la posibilidad de participar y de tener su tiempo, no sólo a nivel grupal, sino también individualmente cada uno de ellos.

CONTENIDOS A TRABAJAR
  1. ¿Qué es la autoestima?.
  2. ¿Cómo está mi autoestima?.
  3. Trabajo del autoconcepto, el autocuidado y la autoaceptación.
  4. Identificación de creencias negativas (y cómo voy a hacer para cambiarlas), potenciación de creencias positivas (y cómo voy a hacer para desarrollarlas).
  5. Autoexploración del proceso de satisfacción de mis necesidades (identificación del Ciclo de la Experiencia) y cómo puedo usar éste en la mejora de mi autoestima.

METODOLOGÍA

Se trata de un taller vivencial, dónde el aprendizaje que realiza la persona es a través de su participación en unas dinámicas y técnicas prácticas, que le permitirán integrar esos conocimientos como algo suyo, no como teoría, sino como recursos asumidos o iniciados (según el punto en el que se encuentre cada participante) en  él/ella  mismo/a.


FECHAS

FIN  DE  SEMANA  DE JUNIO:

Viernes 17 de Junio: de 18 a 20h.
Sábado 18 de Junio:  mañana de 10 a 13 h y tarde de 16 a 20 h.


FIN  DE  SEMANA  DE JULIO:

Viernes 22 de Julio: de 18 a 20h.
Sábado 23 de Julio:  mañana de 10 a 13 h y tarde de 16 a 20 h.


IMPARTE:

Mar García Bernabeu
Psicóloga-Psicoterapeuta Gestalt de Adultos (por el IFGT ) y de Infantil-Adolescente (por Umayquipae).
Colegiada CV 08995
CENTRO DE PSICOLOGÍA GESTALT

MATRÍCULA:

Contactar a través del teléfono 639 006 359 para formalizar la inscripción (requisito indispensable).



sábado, 21 de mayo de 2011

TOMAR DECISIONES



                               

. "EXISTEN DOS MANERAS DE EVITAR UNA DECISIÓN. UNA ES: PERMITE QUE LOS DEMÁS DECIDAN. LA OTRA: NO DECIDAS NUNCA, SIMPLEMENTE SIGUE A LA DERIVA. AMBAS SON LA MISMA PORQUE LA CUESTIÓN BÁSICA CONSISTE EN NO TENER LA RESPONSABILIDAD DE DECIDIR".                                             
                                                                                                                                         Osho

(Y también son palabras que forman parte de la Terapia Gestalt: forman parte del trabajo psicoterapeútico cuando la persona tiene una problemática con la toma de decisiones en aspectos decisivos de su vida en un momento determinado, y especialmente cuando esta "indecisión" forma parte de su forma de funcionar rigidificada ante muy diversas situaciones).

viernes, 20 de mayo de 2011

LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE VIVEN



Os invitamos a leer un conocido y bello poema que tiene un gran valor educativo por su sencillez y por la gran sabiduría que muestra en sus palabras.
  


 Los Niños Aprenden Lo Que Viven


Si los niños viven con reproches,
 aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad,
aprenden a ser agresivos.
Si los niños viven con miedo,
 aprenden a ser aprensivos.
Si los niños viven con lástima,
aprenden a autocompadecerse.
Si los niños viven con ridículo,
aprenden a ser tímidos.
Si los niños viven con celos,
aprenden a sentir envidia.
Si los niños viven con vergüenza,
 aprenden a sentirse culpables.

Si los niños viven con ánimo,
aprenden a confiar en sí mismos.
Si los niños viven con tolerancia,
aprenden a ser pacientes.
Si los niños viven con elogios,
aprenden a apreciar a los demás.
Si los  viven con aceptación,
 aprenden a amar.
Si los niños viven con aprobación,
aprenden a valorarse.
Si los niños viven con reconocimiento,
aprenden que es bueno tener una meta.
Si los niños viven con solidaridad,
aprenden a ser generosos.
Si los niños viven con honestidad,
aprenden qué es la verdad.
Si los niños viven con ecuanimidad,
aprenden qué es la justicia.
Si los niños viven con amabilidad y consideración,
 Aprenden a respectar a los demás.
Si los niños viven con seguridad,
 aprenden a tener fe en si mismos y en los demás.
Si los niños viven con afecto,
aprenden que el mundo es un maravilloso
                                                              lugar donde vivir.


                                                                                                Dorothy Law Nolte

Nota: Y este aprendizaje se inicia ya desde el nacimiento del bebé.

jueves, 19 de mayo de 2011

TALLERES DE AUTOESTIMA PARA ADULTOS: VERANO 2011





                               
                                                                         
Si quieres aprovechar tu verano para cuidarte y trabajar tu autoestima, puedes hacerlo en uno de nuestros dos talleres intensivos de JUNIO ó JULIO:

FECHAS:

JUNIO

17 DE JUNIO de 18h a 20h, y
18 DE JUNIO mañana de 10 a 13 h y  tarde de 16 a 20 h.


JULIO

22 DE JULIO de 18 a 20h, y
23 DE JULIO mañana de 10 a 13 h y  tarde de 16 a 20 h.



Puedes ponerte en contacto con Centro de Psicología Gestalt  a través del email  marpsicogestalt@hotmail.com o del teléfono 639 006 359 para solicitar más información.

martes, 17 de mayo de 2011

CODEPENDENCIA: SINTOMATOLOGÍA según diferentes autores.








--- Cuando uno revisa la bibliografía existente sobre CODEPENDENCIA, una de las primeras observaciones que puede realizar es la gran variedad de definiciones que encuentra sobre este término. Cada una de ellas pone el acento en un factor: unas resaltan la causa u origen de la misma, otras describen los efectos o consecuencias que producen  (en la persona codependiente, o en el familiar adicto o persona de la que es dependiente el codependiente, o en la familia en general), otras la situación general que hay alrededor de una codependencia, las hay que describen la sintomatología junto con la problemática conductual y el sufrimiento que conlleva… Y en realidad, lo que muestran cada una de estas definiciones es una parte de la codependencia, integrada por diferentes facetas  o manifestaciones de la misma problemática (todas las nombradas a partir de ahora, ya que es un constructo complejo de definir de forma abreviada).
De modo que con el objetivo de aclarar lo máximo posible de qué hablamos al referirnos a una conducta codependiente, os voy a presentar diferentes visiones sobre la problemática que presentan (con diferente nivel de afectación de la sintomatología a nivel personal, familiar, laboral y social) las personas codependientes: o las personas con una involucración obsesiva hacia los problemas de algún familiar (*1) en los problemas de la persona con una adicción (*2), desequilibrando su propia vida a todos los niveles nombrados. La Persona Codependiente pierde así el control de su propia vida y sus propios límites (los que le pondría al otro de no verse afectado por su personalidad codependiente) e invierte toda su energía en el adicto.


(*1. generalmente hacia un familiar, aunque en ocasiones veremos que no sólo puede darse una codependencia hacia familiares, sino que también puede darse hacia pacientes en determinadas personas con perfiles profesionales “de ayuda” concretos si se dan las circunstancias nombradas en las personas codependientes).
(*2. sea alcoholismo u otra adicción hacia substancias químicas; pero también veremos que se da codependencia hacia personas con enfermedades crónicas físicas o mentales, o hacia pacientes depresivos , o con problemas emocionales, o en padres de hijos con problemas comportamentales, …, entre otros).



--- Si bien muchos autores han trabajado el tema de la codependencia, el término no ha sido aceptado por la Asociación Americana de Psicología (APA), dentro de su clasificación en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV TR), aunque en el mismo (como Manual de Diagnóstico de los Problemas de Salud Mental) sí se habla de Personalidad Coadictiva o Codependiente, y entre las múltiples características de ésta nombra las siguientes:
-Exceso de desconfianza,
-Ansiedad,
-Angustia,
-Altamente emotivo y sensible,
-Hipervigilancia (aumento del nivel de conciencia, provocando un aumento de la actividad motora y verbal, aunque no su capacidad de atención real),
-Episodios depresivos,
-Ciclos periódicos de estrés,
-Antecedentes de consumo,
-Bajo nivel de autoestima,
-Dificultad para negarse a ayudar a los demás (y para decir no).



--- Las personas que tienen un problema de codependencia pueden presentarlo dentro de un continuo: ya que diferentes personas pueden mostrar diferente nivel de afectación de la sintomatología a nivel personal, familiar, laboral y social. No todos quienes se muestran afectados por este tipo de comportamiento lo están en un mismo nivel, sino que la gravedad de afectación varía de una persona a otra. Y cuanto mayor sea la problemática, como es obvio, mayor será la dificultad de su recuperación, y cuanto menor sea su sintomatología mayor la facilidad de solución de su problema y el proceso de recuperación y mejora en la persona.


--- En la práctica clínica, en el trabajo con personas con adicciones, los clínicos nos encontramos con realidades que pueden asombrar a quienes no las conocen y que sin embargo para nosotros son evidentes, ya que conocemos la problemática de la codependencia: una de ellas es que a pesar de los años de consumo y reiterados fracasos a la hora de solucionar sus problemas con las drogas, las personas con adicción se encuentran acompañadas y cobijadas por sus familias (padres, madres, parejas, hermanos e hijos).
Esta circunstancia destaca especialmente en personas se mantienen al lado del enfermo a pesar de múltiples recaídas del enfermo alcohólico o adicto, y de las múltiples promesas hechas en balde ya que no se han cumplido. Esto es debido a que igual que el enfermo adicto tiene una problemática, la persona que lo acompaña presenta también la suya propia, sintiéndose “víctima” de la adicción (que actúa como “verdugo”), de su familiar, de la cual estas personas necesitan para mantener su “estabilidad emocional” sintiéndose “cuidadores”  llevando a cabo la acción de “ayudar” (aunque con su conducta realmente ayudan a  mantener, sin saberlo, la adicción del adicto) a esas personas que sienten como necesitadas, los adictos. Por eso es tan importante conocer este problema, para poder buscarle soluciones e intervenir en su tratamiento, para que no se siga repitiendo este círculo relacional entre la persona codependiente y el adicto.

Ayudar al codependiente, paradójicamente, puede ayudarle no sólo a él, sino que puede ser el inicio del fin de la dependencia química (o de otro tipo) del familiar adicto, si la persona con adicción realmente quiere dejarla (y sino, al menos, le da la posibilidad al codependiente de conocer que no es así, que su familiar no está dispuesto a hacer cambios, y a dejar de su adicción,  y de continuar igualmente con el cambio de su vida). Por esto la importancia de manejar el concepto de codependencia, y de que el codependiente sepa identificarse como tal, pues el darse cuenta de su problema puede constituir el inicio de una demanda de ayuda para buscar la solución a una mejora de su sintomatología y a la disminución progresiva de su malestar emocional, social , personal y familiar, según avance en su terapia individual y grupal (en su autoconocimiento, y en su proceso de cambio y de autorregulación) .


--- La definición de Freixa, y de Miller (expertos en codependencia) sobre el codependiente es: “la persona que el comportamiento de otra persona le afecte  (añadimos nosotros, ejemplo: la adicción del otro y las conductas asociadas a ésta, como el engaño continuo …) y que está obsesionado por controlar dicho comportamiento” (y piensa qué hacer para que el otro deje ese comportamiento: dejando así mirar lo que necesita para sí mismo/a ya que su obsesión es ocuparse del otro, y del comportamiento del otro). “La personalidad, la vida social, laboral y afectiva de estas personas se ven trastornadas por la presencia del adicto o dependiente de sustancias).
Los miembros del entorno familiar asumen las responsabilidades de la economía doméstica (no siempre, matizamos, en ocasiones no llega a ser así, dependiendo del nivel de adicción y afectación al que llegue el adicto) y, en ocasiones, son maltratados por los adictos y dejan de velar por su propio bienestar. A su vez el codependiente tiene dificultad para experimentar niveles apropiados de autoestima, establecer límites funcionales, asumir la propia realidad, reconocer y satisfacer las propias necesidades y deseos, y experimentar y expresar la propia realidad con moderación. Siendo así como la codependencia se manifiesta en dos áreas claves de la vida del codependiente: la relación que mantiene consigo mismo y la relación que mantiene con los otros (los otros significativos).
Para qué hemos de considerar un cambio en la relación consigo mismo/a en la persona codependiente:  con el objetivo de que esta relación se transforme en sana,  como parte de su terapia ya que (mencionando las palabras de Mellody Beattie, Exalcohólica y autora reconocida de libros sobre Codependencia) “la propia relación más importante es aquella con uno mismo, y cuando ésta se relación es respetuosa y afirmativa, entonces las relaciones con los otros se vuelven automáticamente menos disfuncionales y más respetuosas y afirmativas”. Es decir, que potenciando un modelo relacional de respeto, que fortalezca la autoestima de la persona codependiente, además favorecemos un cambio de ésta en sus relaciones externas o que mantiene con las otras personas.


--- Según Charles L. Whitfield la codependencia tiene al menos 12 características:
1.Es un desorden aprendido y adquirido.
2.Es evolutivo (o progresivo).
3.Es centrado exteriormente (hacia o en el otro).
4.Es una enfermedad en la que se pierde el sentido de sí mismo.
5.Tiene distorsiones en los límites personales.
6.Es un desorden emocional, manifestado especialmente por un vacío, una baja autoestima, vergüenza, miedo, enojo, confusión e insensibilidad (hacia el/ella mismo/a, ya que hacia el otro es al contrario).
7.Produce dificultades en las relaciones intrapersonales (hacia uno mismo)
8.Es un desorden primario.
9.Es crónico.
10.Es progresivo.
11.Es maligno.
12.Es tratable.


--- T.L. Cermak plantea los siguientes criterios diagnósticos para la codependencia:
1.Continua inversión de autoestima en la habilidad para controlarse a sí mismo y a los demás frente a serias consecuencias adversas.
2.Asumir la responsabilidad para cumplir con las necesidades de otros, al punto de excluir el conocimiento de sus propias necesidades.
3.Ansiedad y distorsión de límites alrededor de la intimidad y la separación.
4.Involucrarse en relaciones con personas que padecen desórdenes de personalidad, dependiente de sustancias y trastornos del control de impulsos.
5.Muestran al menos tres de los siguientes síntomas:
   Acude excesivamente a la negación (de su problema).
   Incapacidad para expresar sus emociones (con o sin explosiones “dramáticas”).
   Depresión.
   Hipervigilancia.
Alteración positiva  de la conciencia, consistente en una elevación-aumento patológica/o del nivel de la misma. La persona percibe un apertura de conciencia, la cual provoca un aumento en la actividad motora y verbal, aunque estos estados no originan un mayor rendimiento, no se trata de una mejora real de la atención.
   Compulsiones.
   Ansiedad.
   Abuso de sustancias (alcohol y drogas).
   Víctima recurrente de abuso físico o sexual.
   Enfermedades somáticas (o psicosomáticas: con sintomatología externa orgánica, pero de origen psicológico, a causa de malestares psíquicos frecuentemente no expresados o verbalizados) relacionadas con el estrés.
   Ha permanecido en una relación en la cual ha sido maltratado y abusado constantemente, por al menos dos años, sin buscar ayuda externa.
  
  
--- Recordemos la imagen de las dos figuras tan "unidas-confusas" y cohesionadas, que no existía una indiferenciación entre ellas y en la que os hablaba de una confusión de los límites entre ellas.



Pues ahora veamos otra representación gráfica de cómo los límites entre el codependiente y la persona adicta o de la que depende el codependiente, no están bien delimitados, no están definidos, pues el CODEPENDIENTE SE RESPONSABILIZA DEL OTRO (de cómo piensa, siente o actúa el otro, por ejemplo el familiar adicto,), Y AL MISMO TIEMPO RESPONSABILIZA AL OTRO DE CÓMO SE SIENTE ÉL/ELLA (el adicto, por ejemplo el alcohólico,  es responsable de cómo pienso yo, de cómo me siento yo, de cómo actúo yo, es decir, yo soy una víctima del adicto; éste, siente, que le controla)


--- Algunos ejemplos de codependencia o formas en que se puede mostrar la codependencia (cuya sintomatología, no necesariamente, y  probablemente, dependiendo de cada caso particular, no se presenta en un grado de gravedad   tan elevado como en el de familiares de personas con adicciones, o de enfermos crónicos físicos/mentales graves; *3 ) son las siguientes (fuente citada por Esther Redolosí, en su blog de Psicología, tomado de Melissa Karnaze):


  • La joven que cree que necesita un caballero de brillante "armadura" para salvarla de su vida.
  • El joven que cree que no puede expresar sus sentimientos, porque no será aceptado por la sociedad (ahí vemos los introyectos tragados por entero, y que no han sido “masticados”).
  •  La madre que se define (exclusivamente) por los éxitos de sus hijos o las faltas.   
  •  El padre que siempre tiene que ser fuerte y bueno para sostener a la familia (y que no se   puede permitir ser “débil” y mostrar su fortaleza, quizás ni sentirla).
  •  La persona que constantemente se ocupa de otras personas sin su consentimiento.
  •  La persona que compulsivamente intenta controlar a los demás, aunque sea en nombre de su interés superior.
  •  La persona que no puede dejar una relación abusiva.
  •  La persona que no puede establecer límites sanos.
     •     La persona que no puede salir de una relación por el que la otra persona no está mental, emocional o físicamente disponible.


(*3) Recordemos que en el test de codependencia (aparecido en la anterior entrada sobre Codependencia) hablábamos de problemas con ésta sólo con puntuaciones media-altas o muy altas ( cuanto mayor sintomatología mayor malestar y presencia de disfuncionalidad en los diferentes niveles de la vida del codependiente: personal, familiar, laboral y social), y existe un área de codependencia segura en el que parte de la población se encuentra (cuando se obtienen puntuaciones bajas en dicho test), sin un cuadro clínico al respecto, sólo con síntomas aislados.




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