domingo, 16 de diciembre de 2012

Dificultad para Elegir y tomar Decisiones


Foto tomada prestada del Blog de Clotilde Sarrió (Terapia Gestalt)

                                                          
En alguna ocasión importante de mi vida he sentido, como hasta hace poco, que me pierdo (esto es algo que ya conozco en mí) y me quedo en “lo de afuera”. He podido comprobar que inicialmente no me doy cuenta y busco las respuestas de “qué debería hacer”. Me cuesta elegir, decidir qué hacer, porque conlleva decisiones importantes: si digo que no a algo, lo dejo atrás, por lo menos por ahora. No puedo llevarlo todo, me doy cuenta, una y otra vez, sin embargo me cuesta ponerme un límite, a qué decir sí y a qué decir no, ahora no. Aparece mi función personalidad: mis introyectos, mis deberías, esas sensaciones demasiado conocidas en mí en el pasado y que en ocasiones vuelven para transmitirme, decirme algo, sobre lo que estoy viviendo en ese momento, sobre el para qué de su reaparición, de su utilidad en ese momento…Me doy cuenta de mis deseos, de mis necesidades, de qué quiero, de “qué quiero realmente hacer”, y de mis miedos, de cómo me paralizo en estos y mi función "Yo" se hace rígida, cómo no salgo de esta situación que sin ser consciente del todo he elegido mantener a través de mi función "Yo", hasta ahora,  evitando elegir, y a la vez siendo esta mi elección: seguir haciendo igual a través de no elegir.  Cómo siento perderse mi función "Yo" o cómo ésta se fija en la indecisión.

Esto forma parte de la vida, de la mía también, como le sucede a cualquier ser humano, aunque en este caso me afecta a mí, y soy yo quién ha de elegir (ahora me doy cuenta que lo necesito, para producir un cambio). ¿Qué dice al respecto el libro fundacional de la Terapia Gestalt?. Cuando me pierdo, vuelvo a mí, y puedo sentir , ME DOY CUENTA, que “me estoy yendo para algo”, que algo estoy evitando, … Y la Gestalt siempre me ayuda en esto, tanto a la hora del darme cuenta de qué me está sucediendo, de cómo estoy haciendo, y posteriormente, cuando ha llegado el momento en que puedo comenzar a plantearme las posibilidades, el hacerlo, el elegir y llevar a cabo mis elecciones y poner en marcha mis decisiones.
Esta es una parte de la magia que tiene para mí la Gestalt: cuando me pierdo me ayuda de nuevo a reencontrarme, así que en esos momentos me resulta muy fácil volver a ella, me permito así centrarme, parar, escucharme, dejarme sentir y comenzar a fluir de una nueva forma. Lo que es una liberación, porque mi cuerpo, todo mi ser, empieza, yo, empiezo a sentirme diferente… dejo de hacer según me digo “que debería hacer” (según mis introyectos), me lo cuestiono, y empiezo a renunciar a no poder tener el control de todo, a no poder hacerlo todo,  me permito a aparcar algo para mañana, o pasado (o cuando pueda ser o llegue el momento más apropiado), a respirar diferente, a disfrutar de otra forma de lo que sí elijo y comienzo a hacer con un mayor compromiso con lo que verdaderamente he eligido, sin sentirme tan dividida en tantas partes que ando o me siento perdida.

Y vuelvo a apasionarme con lo que descubrí hace una década: la Terapia Gestalt. Me encuentro con este texto del libro “Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana”, en la segunda parte de su capítulo "Pérdida de las funciones -Yo":

En la etapa  “yo” del ajuste creativo, el self identifica algunas partes del campo como suyas y rechaza otras como no suyas. El self se siente a sí mismo como un proceso activo, como una conciencia deliberada de algunos deseos, intereses y poderes, que tienen una frontera definida pero fluctuante. Es un comportamiento progresivo, es como si el self se preguntara: “¿Qué necesito?, ¿Voy a ponerlo en práctica?, ¿Cómo me he excitado?... ¿Cuál es mi sentimiento con respecto a lo de fuera?...¿Voy a intentarlo?, ¿Dónde estoy yo con respecto a esto?, ¿Hasta dónde se extienden mis poderes?, ¿De qué medios dispongo?, ¿Voy a continuar ahora o me retengo?. Entre las técnicas que he aprendido, ¿cuál es la técnica que podría usar?”. Estas funciones deliberadas son ejercidas espontáneamente por el self y se mantienen con toda la fuerza del self: la consciencia, la excitación y la creación de nuevas figuras.

Aún me siento en esta fase, no ha llegado la siguiente: Al final durante un contacto íntimo y final, el carácter deliberado y el sentimiento del “Yo” desaparecen espontáneamente dentro de lo que se están ocupando,  y entonces las fronteras ya no tienen importancia, ya que no se contacta con una frontera, sino con lo tocado, lo conocido, lo disfrutado y lo hecho. Aunque sí he elegido y decidido y esto me hace sentirme: liberada, sonrío y noto como mi carga ha descendido ahora que mi exigencia para conmigo misma se ha relajado. Umm, siento que respeto mi necesidad, que me respeto, eso me gusta. Sonrío de nuevo. Siento la necesidad de llevar a cabo mi elección... de ocuparme de ponerla en práctica, sí ... Me siento volver a mí, ya no estoy en "lo de fuera". Qué agradable sensación, al acabar con la postergación de ponerle fin a mi autoexigencia que me hacía sentirme dispersa. Siento resurgir parte de mi energía, que estaba bloqueada.

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Te planteo las siguientes preguntas, referidas a ti, que quizás te hayan surgido con la lectura del anterior artículo:

* ¿Cómo te pierdes tú?

* ¿Cómo puedes llegar a perder el sentido de la orientación, de lo que haces y de cómo lo haces, impediéndote hacerle frente?.

* ¿Cómo te impides avanzar y no hacerle frente a esos obstáculos que coartan la solución de tu/s problemas?.

  ¿En qué punto empiezas tú a no poder resolver ese problema?, ¿Cómo haces para impedírtelo?.

* ¿Cuál es la ansiedad que sientes tú?



 

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